El Centro Cultural La Pirámide inició su actividad a comienzos de los
años noventa con el nombre de Centro Cultural Luis G. Basurto. Durante
varios lustros el espacio fue sede de la Asociación de Escritores de
México, A.C. En el año 2002 los integrantes de esta asociación
presentaron a la mesa directiva el proyecto “La Pirámide”, del cual
deriva su nombre actual. En 2015 el recinto fue adscrito a la Secretaría
de Cultura de la Ciudad de México, dependencia que se encarga desde
entonces de su administración.
El Centro Cultural La Pirámide ha
sido un espacio generador de propuestas artísticas y culturales
diversas, digno ejemplo de la riqueza cultural de la Ciudad de México.
En él se han impulsado los movimientos dancísticos africanos y
afrocaribeños, así como la danza aérea, los cuales posteriormente se
expandieron a otros espacios.
La Pirámide es un centro incluyente,
abierto, promotor de los derechos humanos y culturales. Trabaja en favor
de la difusión del conocimiento. Mediante sus prácticas artísticas y
culturales se impulsa la solidaridad, la colaboración, la economía
social, la recuperación del espacio público, la incidencia social y la
creación de ciudadanía. Los principios que lo rigen son la solidaridad,
la ética, la colaboración y la inclusión.
La Pirámide propone y
promueve modelos de gestión cultural que se caracterizan por considerar
el arte y la cultura como una herramienta de transformación social, que
favorece procesos de integración social y corresponsabilidad.
En la
actualidad ofrece una amplia gama de talleres, como danza aérea,
capoeira, ballet, música, flamenco, son jarocho, entre otros.