Gladys Tzul Tzul expone la lucha de las mujeres de Guatemala contra el extractivismo como una potente voluntad de vida

Publicado el 02 Septiembre 2018
44387250032_54d972456d_z.jpg
42626818940_382636239b_z.jpg

SC/DDC/CP/0874-18 Ciudad de México, 2 de septiembre de 2018

  • En el último día de la V Fiesta de las Culturas Indígenas, la socióloga maya quiché habló sobre el papel de las mujeres en la resistencia comunitaria, en contra de hidroeléctricas y mineras

  • La antropóloga guatemalteca Jacinta Xón Riquiac también presentó una ponencia; “los indígenas que estamos en la academia padecemos y somos hasta cierto punto el éxito del proceso civilizatorio”, advirtió

Para la socióloga maya quiché Gladys Tzul Tzul, las luchas de las mujeres indígenas de Guatemala por salir del genocidio, reconstruirse comunalmente y después volver a ampliar otro ciclo de lucha para no convertir la propiedad comunal en privada de mineras e hidroeléctricas, se debe pensar a partir de una potente voluntad de vida, presente también en las comunidades de México, Honduras, Ecuador y Bolivia.

Así lo explicó en su ponencia “Voluntad de vida: Las luchas de las mujeres indígenas contra el extractivismo”, que se desarrolló en el último día de la V Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la CDMX (FCIPBO-CDMX) 2018, que tuvo como invitado a Guatemala y en la que participó el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín.

“Escuchar a Gladys Tzul Tzul es una buena manera de quitarse de encima el prejuicio de que el pensamiento indígena siempre está cerca del exotismo, un pensamiento entre lo mágico y lo espiritualista, pero que es poco racional y cercano al mundo contemporáneo”, opinó el funcionario.

Más allá de reproducir la cultura del folclor, puntualizó el antropólogo y poeta, la fiesta indígena ─que concluyó su quinta edición con la presentación musical de Kalok iiy, sones de Tlahuitoltepec, Oaxaca─ quiere “hacer visible que la lucha de los pueblos, y en este caso de las mujeres, es la lucha de los pueblos por la vida”.

En palabras de Vázquez Martín, “la coyuntura actual en nuestros países es que los territorios están amenazados por industrias extractivas, amenazando el futuro de los pobladores; es la experiencia de los huicholes, en Wirikuta; los yaquis, en Sonora; de los pueblos de San Luis Potosí, Guerrero, Chiapas y Oaxaca”, expresó.

En ese sentido, dijo que la discusión de Tzul Tzul es pertinente para entender que el pensamiento indígena está viendo, con sus propios instrumentos y realidades, la manera de defender los recursos naturales necesarios no solamente para la sobrevivencia de los pueblos, sino de todos.

Como compartió la investigadora originaria de Paquí, Totonicapán, el hecho de indagar sobre las luchas contemporáneas de las mujeres indígenas en contra de las políticas de extractivismo, en Guatemala, la ha llevado a ella y otros colegas a acompañar los procesos de resistencia y acuñar términos, pero también nociones de estudio.

Uno de ellos es la “voluntad de vida”, noción que le surgió a principios de 1999-2000 en la región Ixchil, donde mujeres le platicaron que al buscar debajo de la tierra las osamentas y cementerios clandestinos donde enterraron a sus hijos y maridos, se encontraron con otros que también debajo de la tierra estaban buscando minerales y fuentes de agua.

“Eran técnicos y biólogos que estaban buscando elementos minerales para proponer proyectos de extracción minera o fuentes de agua potable para medir el impacto de poner o no una hidroeléctrica, o si se tenía el volumen necesario de agua para poner una minera”, indicó. Y enfatizó que “esas mujeres que estaban buscando a sus muertos fueron las primeras que alertaron a las comunidades de que se venía un nuevo ciclo de agresión en contra de ellos”.

Al documentar de manera fotográfica diversos ejemplos de mujeres con pérdidas familiares que se involucraron en la defensa de los recursos y para ampliar el vocabulario del código de comunicación latinoamericana de los movimientos indígenas, Tzul Tzul comenzó a utilizar el término “voluntad de vida” en quienes a pesar de tanto dolor se sobreponen y siguen luchando indomablemente por ellas, pero también por sus hijos y por dotar de vida a otras generaciones.

“Creo que pensar la lucha de las mujeres indígenas desde otra arista nos permite empezar a erosionar ciertas representaciones que se tienen sobre el papel de las mujeres en las comunidades, diciendo que viven en un mundo oscuro donde se les niega la participación política”, añadió la socióloga.

En entrevista, la especialista en sistemas de gobierno indígena, consideró que la relación entre los pueblos de Guatemala y el Estado, en términos contemporáneos, es antagónica, “en el sentido de que las comunidades indígenas se gobiernan en tiempos, formas y estrategias propias, y el Estado está buscando desconocer dichas formas de organización comunal”.

La manera en que el gobierno busca desarticular el tejido comunitario, detalló, es poniendo entes de organización paralela, como los consejos comunitarios de desarrollo “que a todas luces son organizaciones que están erosionando las estructuras comunales.

“Fue necesario para el Estado producir instituciones paralelas, porque necesitan romper la voluntad general. Hay un no generalizado a la minería y a la hidroeléctrica que es tan cerrado y fuerte”, expresó la autora del libro Sistemas de gobierno comunal indígena: mujeres y tramas de parentesco en Chuimeq'ena', que se presentó en la V Fiesta de las Culturas Indígenas.

También expuso que hay tensión en cuanto a la expropiación de la propiedad colectiva intelectual, tema que vivió Oaxaca con el plagio de Isabel Marant a los huipiles de Santa María Tlahuitoltepec. “El punto lleva años desarrollándose en Guatemala, entonces la Asamblea Nacional de Tejedoras está reivindicando una reforma a la Ley de Propiedad Intelectual que sólo reconoce como creadores al Estado, a entes individuales y a privados, pero no a las comunidades indígenas”, compartió.

Para la doctora egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en Guatemala “se viene un antagonismo desde distintos francos, desde querer quitar las tierras, desvanecer autoridades y negar la producción simbólica”; sin embargo, “al mismo tiempo las comunidades guardan muchísima ternura que alimenta la aguerrida lucha contra la expropiación de tierras, agua, textiles, medicinas, semillas y salud”.

El papel del indígena en la academia

En el mismo foro de la V Fiesta de las Culturas Indígenas, María Jacinta Xón Riquiac, antropóloga guatemalteca, aprovechó su participación con la ponencia “Pensar Guatemala desde la resistencia. El neoliberalismo enfrentado” para advertir que “nosotros indígenas que estamos dentro de la academia, terminamos afirmando ciertos fetiches que existen sobre los pueblos; es decir, padecemos y somos hasta cierto punto el éxito del proceso civilizatorio”.

De ser sujetos que anteriormente se estudiaban, criticó, ahora “somos también formados dentro de las lógicas de extracción del conocimiento y construcción de ficciones afirmadas por nosotros mismos; en vez de fortalecer los conocimientos de los pueblos indígenas desde nosotros para nosotros, terminamos siendo neoinformantes claves para los archivos de las etnociencias que determinan si seguimos siendo o cómo debemos seguir siendo indígenas”.

La actual investigadora y asociada del Centro de Investigación Científico y Cultural para el Desarrollo de la Ciencia, el Arte y la Cultura Maya compartió el planteamiento de su artículo publicado con apoyo de Prensa Comunitaria, medio alternativo en Guatemala, y F&G Editores, donde reflexiona sobre los límites que tienen los aportes de intelectuales, “entre comillas”, y la academia en torno al tema de la defensa de los territorios.

En los estudios académicos, ¿dónde quedan estos seres humanos, hombres y mujeres indígenas comunitarios, que luchan por la defensa de sus territorios amenazados por los megaproyectos de mineras e hidroelécticas? La investigadora planteó que el lenguaje en que se escribe la teoría continúa siendo absolutamente hegemónico y sólo lo van a entender otros especialistas.

“No existe un traspaso y de paso también un suicidio del ego donde la búsqueda del académico no sea el reconocimiento y la comprensión de sus otros iguales, y sí el diálogo y comunicación con un público más amplio”, fue la reflexión que soltó Jacinta Xón Riquiac.

Con referencias al trabajo de Aníbal Quijano, la antropóloga afirmó que la academia es una ficción que forma parte del patrón de la modernidad “para decirnos que es el sueño de transformación del mundo, aunque en realidad se convierte en dispositivo domesticador”, añadió.

La información completa sobre la programación de la V Fiestas de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México 2018 puede consultarse en http://cultura.cdmx.gob.mx/culturasindigenas; en Twitter @FiestaIndigena y en Facebook @FiestaCulturasIndigenas.

La cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México están disponible en http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx; en redes sociales (Twitter y Facebook) @CulturaCDMX, siga el hashtag#CulturaCDMX.

--o0o--