Recuerdan al Partido Comunista Mexicano como la escuela de discusión y debate que abrió paso a la democracia

Publicado el 14 Noviembre 2017

SC/DDC/CP/0982-17 Ciudad de México, 14 de noviembre de 2017

El Secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín, moderó un conversatorio dedicado a ese instituto político en compañía del senador Alejandro Encinas, la socióloga Elvira Concheiro y la historiadora Raquel Sosa

En el marco de la conmemoración de los 100 años de la Revolución Rusa, los cuatro ex militantes del PCM conversaron sobre el surgimiento y el legado de este movimiento político

Para reconocer la importancia del Partido Comunista Mexicano en la cultura política nacional, este martes se llevó a cabo un conversatorio en voz de algunos ex militantes, quienes recordaron el legado de este movimiento en México en el marco de la conmemoración de los 100 años de la Revolución Rusa, cuyas actividades se extienden hasta el 30 de noviembre en el Museo Casa de León Trotsky.

El Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, en compañía del senador Alejandro Encinas, la socióloga Elvira Concheiro y la historiadora Raquel Sosa, recordó al partido como una escuela de tradición y debate que abrió paso a la democracia en México y nutrió la cultura mexicana, cuya relevancia, dijo, no debe olvidarse.

“Ha habido una prisa por barrer la historia y la construcción de la izquierda mexicana desde el punto de vista de las ideas. Estos cien años eran una oportunidad para discutir y pensar ideas desde la cultura; me parece que hoy la historia del comunismo en México es parte de nuestro patrimonio cultural”, expresó el funcionario capitalino en el auditorio del recinto.

Aseguró que ni el muralismo ni la poesía de Efraín Huerta, ni la novela de José Revueltas ni parte de la música mexicana y su cultura popular pueden entenderse sin esta historia social y política. Destacó que el Partido Comunista Mexicano promovió, a través del respeto a la disidencia y a la apertura de nuevas ideas, la aspiración a una democracia.

“Los comunistas mexicanos me enseñaron que había que hacer una revolución democrática, que abrace la diversidad, y que habría que ejercer la crítica de nuestra propia historia. Una izquierda más mexicana que viera las condiciones y realidades de México”, subrayó. En este sentido, Alejandro Encinas señaló la tolerancia —como el respeto a la diferencia— y el derecho al asilo político, con León Trotsky, como los dos importantes principios democráticos que aportó el comunismo mexicano, gestado por el pensamiento liberal de la Revolución Mexicana y la lucha de la expropiación de los medios de producción de la clase obrera de la Revolución Rusa.

“Es muy importante hacer una reivindicación del Partido Comunista Mexicano, de su papel histórico y de las tareas que emprendió en escenarios muy adversos, que independientemente de sus desatinos y contradicciones, fue una fuerza que intervino en los hechos políticos más importantes de nuestro país”, expresó el político mexicano.

La socióloga Elvira Concheiro señaló que “la historia del partido fue aterrizar un proyecto de democratización profunda y verdadera de México. Cuando uno lee las tesis del XIX Congreso, son absolutamente vigentes; es una izquierda que tiene larga mirada, la democracia así concebida es la fuente de la transformación social, es decir, el camino de la lucha por la explotación y la opresión, esto es lo que heredamos del partido comunista”.

Ante algunos jóvenes presentes y otros ex miembros del partido, recordaron con gran cariño y respeto a uno de los principales líderes, Arnoldo Martínez Verdugo, de quien recibieron una importante formación con énfasis “en la revisión histórica de la propia historia” y quien hizo una gran aportación en la documentación de este proceso histórico.

En su oportunidad, la doctora en Historia Raquel Sosa explicó que la capacidad política organizada del Partido Comunista se volcó en dos ejes principales: el agrario, con los maestros rurales, las normales y la lucha campesina y, desde luego, con la perspectiva obrera y proletaria de los mineros y ferrocarrileros que fueron instruidos por los comunistas extranjeros.

“Los comunistas poblaron la historia de México, instruyeron a los obreros y a los campesinos con cosas tan extraordinarias como la música de Shostakovich o Mayakovski, toda la poesía, la literatura y las artes plásticas del país se poblaron de su influencia”, compartió Sosa.

Añadió que de entre las tareas emprendidas, destaca la educación impulsada por el General Lázaro Cárdenas, que reunió la tradición comunista y colectivista agraria con la tradición socialista mexicana como eje de transformación y de justicia social.

Encinas recordó que el PCM decidió disolverse en 1981, antes de la caída del Muro de Berlín, para abrir paso no solamente a un proceso de unificación de las izquierdas, sino a la relevancia del papel de la izquierda en México.

Para Vázquez Martín, esta corriente que logró unirse con el cardenismo se abrió a las minorías, al catolicismo y al feminismo a través de la crítica, para dar paso a una izquierda más mexicana y disolverse bajo una idea de la diversidad como el camino hacia la unión de muchas fuerzas que consolidaron el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).

El Museo Casa de León Trotsky conmemora el centenario de la revolución bolchevique con actividades que se realizarán hasta el 30 de noviembre para reflexionar sobre la importancia de este movimiento social del siglo XX. Entre ellas destaca la exposición Rojos: A cien años de la Revolución Rusa, que exhibe en el recinto un centenar de documentos, fotografías, periódicos, revistas, panfletos y libros ligados a la política, la educación socialista, el arte y las diversas personalidades rusas en México.

La cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México está disponible en http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx ; en redes sociales (Twitter y Facebook) @CulturaCDMX, con los hashtags #CulturaCDMX y #CulturaSolidariaCDMX.

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