Reflexionan en LEVADURA sobre los procesos de formación en cultura comunitaria

Publicado el 19 Julio 2019
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SC/CDPC/0840-19

En un ambiente de convivencia, aprendizaje y arte, la penúltima jornada de LEVADURA. Encuentro Nacional de Cultura Comunitaria, en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente, arrancó este viernes 19 de julio con los especialistas Patricia Díaz (Estados Unidos/Colombia), Selma Calabrich (Brasil), Víctor Miguel Vich Florez (Perú) y Roberto Leher (Brasil), quienes participaron en el panel “Procesos de formación en cultura comunitaria”.

“Es un momento muy importante para las políticas culturales de México, sobre todo en el trabajo de cultura comunitaria estamos muy impresionados de la fuerza que esto viene cogiendo aquí, de la capacidad de gestión que se está desarrollando. Creemos que esto, sin duda, puede convertirse en un referente para todos los demás países en América Latina”, consideró el crítico literario y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Víctor Miguel Vich Florez.

El investigador convocó a repensar de forma crítica las políticas culturales comunitarias que apuntan a reorganizar lo cotidiano. “Todo gestor cultural tiene la obligación de trabajar simultáneamente con la dimensión creativa, transgresora y resistente de la cultura, pero al mismo tiempo ser consciente de su dimensión hegemónica y reproductora del poder”, dijo.

Con estudios en tecnología, innovación y educación en la Universidad de Harvard, Patricia Díaz sostuvo que en su experiencia los cuatro principios para una formación cultural comunitaria eficiente son seguir los intereses de la localidad, aprender enseñando, ser partícipe de un grupo emergente de aprendices y hacer todo lo anterior en un ambiente de confianza y respeto.

“Tenemos que ser intencionales cuando se trabaja con las comunidades para que sucedan transformaciones relevantes, independientemente de si son proyectos de música, teatro o escultura”, opinó Díaz, quien ha colaborado en Clubhouse Network, proyecto creado en Boston, Estados Unidos, que brinda acceso a la tecnología computacional, la multimedia y el arte, y que desde 2004 opera en Faro de Oriente como parte de una red de más de 20 países.

En un contexto de mucha fragmentación social, aseveró el maestro y doctor en Educación, Roberto Leher, la organización comunitaria y auto-organización son un esfuerzo de creación de resistencia colectiva que integra conocimientos previos de las luchas y defensas por el buen vivir. “Luchar contra la fragmentación, alienación e ideología aplastante del neoliberalismo es una batalla cultural de gran proporción”.

La directora ejecutiva de la Asociación Pracatum Acción Social, Selma Calabrich, habló sobre esta organización sin fines de lucro fundada en 1994 por el músico Carlinhos Brown, que emprende proyectos educativos, culturales y desarrollo comunitario en entidades de Candeal Pequeño de Brotas, Salvador y Bahía, teniendo como ejes centrales la música, el patrimonio cultural y la transformación socioeconómica.

Con énfasis en las expresiones, creencias e intereses de la comunidad mayoritariamente afrobrasileña, apuntó, se ha logrado tratar problemas de desigualdad educativa y casas precarias con 12 mil 800 alumnos atendidos en escuelas de música, la habilitación de una escuela infantil, un instituto de inglés y una micro empresa, así como la construcción de 114 unidades habitacionales, además de campos de futbol, tres plazas públicas y un centro de salud.

Diversidad y riqueza de las prácticas comunitarias

Integrantes de colectivos y organizaciones de cultura comunitaria de todo el país manifiestan sus experiencias, opiniones e inquietudes en 13 mesas de trabajo relacionadas con formas de organización, estrategias y políticas, haceres y saberes, espacios y prácticas, crisis ambiental y sustentabilidad, feminismos, diversidad de género, masculinidades, machismo y patriarcado.

También asisten a los conversatorios con expertos nacionales e internacionales y a los talleres de tecnologías comunitarias. De igual forma, continúan demostraciones, charlas y narraciones orales de cocina comunitaria; nicho de autocuidado vinculado al cuerpo, la tierra y la medicina, y la realización del mural propuesto por el artista canadiense Annie Hamel para LEVADURA, que consiste en la intervención colectiva de la comunidad de Faro de Oriente para pintar las rejas de este recinto.

Como parte de la programación artística y cultural, los elencos Cirko de Mente, el proyecto de performance “La memoria que arde”, el Taller de Artes Escénicas del Reclusorio Norte y el Ensamble Típico de la Ciudad de México ofrecen funciones. Se tiene contemplado para el cierre un bailongo tropical encabezado por dj Metrika y César y sus Esclavos, a las 19:00 horas.

La primera edición de LEVADURA concluirá este sábado 20 de julio con la plenaria final de las mesas de trabajo “Las 13 casas”, en el Centro Cultural Los Pinos a las 14:00 horas. Los conductores de cada casa presentarán las conclusiones de sus relatorías y se creará un documento que permita establecer una agenda de trabajo compartido e imaginar caminos para futuros encuentros.

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